A pesar de los dioses […], seguiré existiendo

    Estábamos hambrientos, tan escuálidos como unos crustáceos. El vaivén del mar nos acurrucaba en su lento y mortecino baile. Nos tomamos de las manos, quitándonos la pena por ser hombres y viejos marineros. Nada podía darnos esperanza aquella infeliz noche, porque era la de nuestra muerte. O la de algunos. El capitán estaba … Continuar leyendo A pesar de los dioses […], seguiré existiendo

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