El reino

He llegado al reino más oscuro,
perverso y caótico;
un reino de miseria y perdición
en donde se gesta el mal
y los más atroces actos humanos.
Un dominio tan vasto que entrar ahí
significa perderse en sus laberínticos senderos
mientras se camina a ciegas.
Insondables abismos esperan en cada esquina
repletos de desechos tóxicos 
que desprenden asfixiantes miasmas.

Una vez dentro no hay salida,
no hay escape del Horror
porque el Horror aquí te persigue,
escucha tus pasos y no descansa
hasta que tus intestinos cuelguen por tu abdomen,
hasta que tu cráneo sea aplastado.
Él es el rey de este reino,
el más grande y maldito monarca,
hermoso como ninguno,
sublime creación del universo.

Cruzo el umbral y me adentro,
lo llamo con gritos desesperados,
quiero que me posea, que me penetre,
que me ame.
No le temo al Horror,
no le temo porque sé
que soy tan suyo como él es mío,
que somos parte de la misma mente retorcida
y del mismo desgarrado corazón.